sábado, 30 de octubre de 2010

¡¡BUEN CAMINO¡¡

Todavia recuerdo el día que mi padre fue acompañarnos a la estación de trenes para despedirnos, era un viaje planeado desde hacia un tiempo, en el que para mi, la fe era lo único que a priori no me importaba, es mas no creía en un cambio espiritual, de esos que decían que el camino creaba , para mi seria un reto fácil ya que había estado entrenándome meses antes, plantee el viaje como un viaje de ocio.  Sería una semana larga e intensa en la que veríamos distintos lugares, sufriríamos, reiríamos, nos enfadaríamos. Empezaba así el camino de Santiago, entre trenes, aeropuertos, aviones y autocares.
La primera impresión al bajar del avión  fue " la primera y la ultima que me subo en uno de estos " y notar un frió intenso, un cambio radical de temperatura. No me hacia a la idea de que en tan poco tiempo pudiera pasar desde una punta de España a la otra y no morir en el intento, es lo que tiene subir por primera vez a un avión. 
El primer día fue de relax , callejeros de estos que compran regalos y hacen visitas turísticas , para hacernos con algunos subvenir y de paso comprar ese bastón que dicen que saca de apuros en algunos momentos del camino .

Empezaron las etapas y a andar se a dicho, colgadas de nuestras espaldas la gran osamenta de las mochilas repletas de ropas inservibles , pasaron ya algunas horas desde que arrancamos y empezaron también en este caso a mi, unas pequeñas molestias en las rodillas , ¡¡ eso no es nada , yo estoy entrenado¡¡¡ pero el dolor se hizo insoportable, las horas eternas y la llegada infinita . La primera etapa fue dura , pero claro..... ¡¡es normal era la primera¡¡. Conclusión que saque , ¡¡ era verdad que el bastón era necesario¡¡.
Empezaba la segunda etapa, quedaban secuelas de la primera y las primeras horas fueron en su justa medida bien pero a medida que pasaban las horas la cosa cambiaba , empezaban los dolores de nuevo, esta vez mas grandes, mas agudos e insoportables, en momentos al borde del llanto y en tramos con ganas de arrastrarme al suelo y seguir arrastrado hasta el lugar de llegada. Me acordaba de mi madre y mi padre, no quería escuchar a nadie quería quedarme solo, asimilar que era lo que me estaba pasando, me quede el ultimo de mis compañeros,  doble perdida, para la persona que es muy competitiva, pero no me importo, no podía, me era imposible seguir.     La segunda etapa  fue la peor, recuerdo un momento que me quede solo me senté aferrado al bastón, agache la cabeza y pensé , que tenia que llegar como fuera, que algo me diera fuerzas para seguir, por que realmente no podía. Los caminantes que pasaban se quedaban mirando y me decían ¡animo¡ pero yo no levantaba la cabeza ni para hacer un gesto de gratitud . Me levante y seguí, seguí ,seguí andando a pasos de tortuga utilizando el famoso bastón y llegue valla si llegue.
Empezaba a comprender el sentido que tenia el camino de Santiago.
 La tercera etapa decidí hacerla solo,  me levante muy temprano era de noche aun , nunca me habría planteado ir por un bosque de noche sin ni siquiera una linterna, pero se escuchaba el silencio era la primera vez que oía el silencio y ande ande ande esta vez sin dolor, por montañas, bosques, praderas y carreteras, cruzándome con todo tipo de personas, intercambiando vivencias con algún que otro al saludo de ¡¡buen camino¡¡, sentándome en los arrollos a fumar un cigarrillo, escuchando el susurro de un manantial. la tercera etapa me la quedo para mi, para siempre, es algo que me enorgulliese y siempre recordare como algo positivo. El camino estaba recobrando su sentido, no era lo que yo creía como un viaje de ocio con unos amigos.
Llego la ultima etapa con sentido hacia Santiago , recuerdo que salimos muy temprano , tenia la   sensación de nostalgia por que estaba terminando, pero esa era la meta, ese era el destino , definiría esta etapa como subir una montaña en la que las sensaciones iban in crecendo, cantamos , hablamos comprendimos y analizamos. Santiago cada vez mas cerca , paso a paso canción tras canción llegamos a las afueras de nuestro trofeo , nos íbamos introduciendo entre callejones, flechas, fuentes, plazas, gente semáforos y vendedores. Recuerdo que a lo lejos vi un arco muy antiguo, se escuchaba en su interior unas gaitas con una melodía impresionante, era la dirección a tomar, el ultimo tramo, fui sin darme cuenta introduciendo en el corazón de Santiago. Baje cada escalón hacia el arco y mi cuerpo se quedo en estado de shock, solo sentía la melodía de las gaitas, sentí como si me hubiera quedado solo en mitad del mundo, no escuchaba nada, agache la cabeza y seguí bajando escalón tras escalón, plante pie en la plaza de obradeiro, giré mi cuerpo y subí la mirada hacia arriba y allí estaba la catedral , como en la television, mi cuerpo dio un suspiro ,yo creo que algo en mi interior o así lo percibí, dijo llegastes ya llegastes y las lágrimas salieron solas , no quería hablar, solo pensar y mirar, todavía seguía con la sensacion de estar solo en mitad de un desierto di una media vuelta a la plaza en absoluto silencio, me senté en el suelo , cogí una foto de la mochila, la mire y volví en si.




Comprendi que el camino de Santiago es una lucha, que a veces te tienta a rendirte, es como una pequeña vida en cuatro días , si no luchas en los momentos difíciles no conseguirás nada , nunca hay que rendirse.
 
Siempre que hay una meta, tu eres el que tiene que llegar a ella por que ella no llegara a ti. Siempre encontraras un bastón para apoyarte.
Termino aconsejando a todo el mundo que pueda, que pruebe esta aventura por que no se valora si te la cuentan, solo si tu eres el protagonista .


         




A mis compañeros de viaje Enrique, Belén, Luis, Anieto, Eli, Juan, Francisco y el bastón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sin palabras, ya que el sentimiento es mutuo y la experiencia y satisfaccion parecida. Mismos sentimientos, pensamientos, metas cumplidas, deseos.... al subir esa mirada hacia arriba y ver esa impresionante catedral!! Enorawena por la noticia